Con el fin de facilitar la comodidad y el bienestar de las personas que sufren fobia o ansiedad en sus visitas al dentista, así como niños pequeños o poco colaboradores, contamos con la opción de una sedación.
Hay muchos casos de pacientes que acuden a la clínica dental con importantes cuadros de ansiedad y de auténtico temor ante los tratamientos dentales. En muchos casos han tenido malas experiencias, han sentido dolor cuando fueron al dentista y es superior a sus fuerzas el abrir la boca en un sillón dental independientemente del tratamiento que precisen. Estos pacientes necesitan realizar los procedimientos bajo sedación.
Durante el tratamiento con el uso de la sedación, el paciente queda relajado pero no pierde la consciencia en ningún momento. Además la sedación conlleva un cierto componente amnésico, por lo que su recuerdo siempre es agradable y placentero. Queda eliminada totalmente la ansiedad y percepción de sufrimiento.
¿En qué casos está indicada?
El nivel de sedación que aconsejamos, depende de las necesidades de cada paciente. Puede ir desde una ligera relajación hasta unas sedación más profunda, dirigida por el anestesiólogo.